martes, 6 de noviembre de 2007

Tormenta Noel destruye libros y útiles a niños en Manoguayabo


SANTO DOMINGO.- A Yary Pérez Morillo, de ocho años, quien habita en el barrio Arroyo Bonito de Manoguayabo, no le preocupa tanto que la cama donde duerme no se haya secado aún, pero está muy inquieta porque no tiene cuadernos, mochila, uniforme y zapatos para reiniciar sus clases. Ella cursa el segundo grado de la primaria en la escuela Ercilia Pepín, pero el pasado lunes el arroyo Guzmán arrastró sus útiles escolares, y a la fecha, sus padres aún no han podido reponerlos. “La profesora me dejó tareas de suma y resta, copiar los números del 100 al 200, aprenderme algunos temas de Lengua Española y además me dijo que hiciera varias caligrafías. Yo lo hice todo, pero el arroyo se lo llevó”, dijo. A otros de sus amiguitos, como Miguel Ángel Pérez, de nueve años, quien cursa el tercer grado, las inundaciones y el lodo le sepultaron sus útiles escolares, y cuando las aguas bajaron, intentaron salvarlos. Miguelito, como lo llaman en su barrio, buscó agua limpia y trató de enjuagar algunos de sus útiles que quedaron enteros, pero luego de tres días de sol quedó frustrado, porque las hojas de los cuadernos se les pegaron y lo que había escrito con lapicero y las líneas de las mascotas, les mancharon el resto de las hojas en blanco que no había utilizado. Dijo que no tuvo otra alternativa que echar las mascotas al zafacón y destacó que lo peor de esta tragedia que le ha pasado es que sus padres no tienen recursos para comprarle sus útiles, ya que su casa se inundó y lo que consiguen es para no dejarse morir de hambre. Esperanza Cuando los niños de este barrio vieron el vehículo de LISTÍN DIARIO entrar a su sector, se acercaron curiosos y preguntaron que si llegaron para entregarles los cuadernos, libros, zapatos, uniformes y lápices que perdieron. “Inscríbame en la lista que yo no tengo con qué estudiar. No tengo mochila ni nada para ir a la escuela”, decía uno, mientras otra explicó que “no me quedaron ni las medias escolares”. Los niños y niñas no paraban de quejarse al mismo tiempo sobre lo que les había sucedido.La niña María Alejandra García González, de siete años, siguió insistiendo, aún y cuando se les explicó que la visita del equipo era para hacer un reportaje de la situación en que quedó el sector luego del paso de la tormenta Noel. Dijo al final: “me van a traer los útiles mañana, entonces”. “Ah, también quiero unas medias, porque el agua me las llevó”, dijo la inocente criatura. Entre los niños que se aglomeraron en torno a los reporteros en busca de útiles escolares están Diana Mejía García, de 11 años, quien dijo “a mí el arroyo no me dejó ni los zapatos”. Pedro Manuel Lugo, de 12 años, cursa el séptimo grado y la tormenta apenas le dejó la ropa que llevaba puesta ayer. La pequeña Eliana, de tres años, cursa el nivel maternal y dijo que “el arroyo me llevó mi mochilita con los cuadernitos y los lápices en colores. Yo quiero que me los compren de nuevo”. En tanto que, Miguelina Reyes Rivera, de nueve años, dijo que se sentía muy triste porque le habían dado tanta clase que ya los cuadernos iban por más de la mitad y ahora tiene que empezar de nuevo. “Mire, no tengo zapatos, uniformes, cuadernos, libros, caligrafías y otros útiles que me compraron mis padres”, agregó mientras trataba de hojear una mascota que puso al sol y le dejó los pedazos enlodados en sus dedos. El pequeño Miguel Ángel García, de nueve años, comentó que su barrio quedó “explotado”, y la corriente lo dejó sin nada. “Anóteme a mí periodista. Yo soy Alanna Michel Marte y mi hermanita es María del Cielo Marte. Nosotras cursamos el sexto grado y el tercero. Yo tengo nueve años y ella seis y se nos fue todo”, dijo la pequeña que llegó corriendo al lugar donde los reporteros tomaban algunos apuntes.También llegaron apresurados Rosalina Bautista, de ocho años; Rigoberto Bautista, de cinco; Freddy Peralta Guridy, de 13; Abel García González, de 12; Wilton Peña, de ocho; José Guillermo, de nueve; Pablito Ángel, de seis; Jeison Reyes, de siete, y Gineidy Jiménez, de 11, entre otros que se congregaron cerca de los reporteros. DEMANDASAlgunos padres entrevistados demandaron de la secretaria de Educación, Alejandrina Germán, o Luis Acosta Moreta, director de la Oficina de Desarrollo de la Comunidad, quien con frecuencia regala útiles, que hagan un operativo en este sector para que los niños puedan reiniciar la docencia sin dificultades.Dijeron que a causa de las inundaciones perdieron todos sus ajuares y ropa, y los recursos no les alcanzan para recuperarlos. Tirson Ramírez, a quien el arroyo le llevó su casa, dijo que sólo salvó su familia y algunos ajuares. “Por suerte un vecino me prestó una habitación pequeña por unos meses hasta que yo me ubique. De lo contrario yo estuviera en un refugio con mi familia”, agregó

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