martes, 4 de septiembre de 2007

Víctima de voladora era viuda de asesinado



Era viuda y madre de dos niños la mujer que murió ayer cuando un minibús de la Federación de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano) en el que viajaba se estrelló contra un poste de concreto en la avenida San Martín esquina Ortega y Gasset, en una competencia por la disputa de pasajeros entre dos choferes de la ruta de Los Alcarrizos.
Rafael Castro y María Eugenia Vargas, padres de Antonia Castro Vargas, dijeron que ella enviudó hace apenas un año y dos meses, cuando a su marido, el raso Danneris Tejada, de la Fuerza Aérea, lo mataron de un balazo para despojarlo de una motocicleta en la que conchaba, y su pistola.
La muerte de Castro Vargas deja huérfanos de padre y madre a Summer Tejada Castro, de 14 años, y Rubén Alberto, de 9 años.
Los restos de Castro Vargas eran velados esta mañana en su modesta casa de la calle Trinitaria número uno, del barrio Los Arquéanos, al sur de San Felipe, Villa Mella. Serán sepultados esta tarde a las 2:00 en el cementerio de Los Casabes.
Parientes, vecinos y allegados lamentaban la muerte de Castro Vargas, de 36 años, y se quejaban de que por la irresponsabilidad de un chofer, una mujer como ella, trabajadora y luchadora, perdió la vida.
Su padre pidió a las autoridades que castiguen con todo el peso de la ley al chofer que conducía el minibús en el que su hija se dirigía hacia su trabajo.
(La Policía informó que Cristino Vidal Díaz, residente en Santiago, es el propietario del minibús y a quien la Policía requirió para que dijera quién era el chofer).
El padre de la víctima enfatizó en que por la imprudencia e irresponsabilidad de un conductor su hija dejó huérfanos a sus dos nietos.
Aunque en una tarjeta que la Policía halló ayer en la cartera decía que Castro Vargas era bioanalista, sus padres no pudieron decir dónde se graduó ni dónde trabajaba.
Una pareja con la que Castro Vargas trabajaba en Arroyo Hondo acompañaba hoy a la familia, pero declinó identificarse. No se supo en qué tarea ella trabajaba con esa familia.
El hombre la emprendió contra los medios de comunicación alegando que no ayudan a resolver nada.
Molesto, sugirió que en lugar de "estar buscando noticia para llenar espacio", los periodistas debían estar donde Juan Hubieres, que es el presidente de Fenatrano, la entidad a la que está afiliado el autobús, reclamándole que el chofer sea castigado "por criminal".
Castro Vargas murió ayer al destrozarse la cabeza, cuando un minibús cuyo conductor huyó, chocó un carro que conducía el taxista Juan Ramón Otáñez y luego se estrelló contra un poste de concreto del tendido eléctrico.
Pasajeros del minibús dijeron que el chofer inició en la avenida Máximo Gómez una competencia con otro chofer de la ruta de Los Alcarrizos, lo que terminó cuando al cruzar en rojo el semáforo de la San Martín con Ortega y Gasset, se produjo el choque.
Otañez, su esposa, una hija y una vecina resultaron heridos levemente y el carro, un Toyota Corolla, año 1994, casi destruido.
Pasajeros del minibús dijeron que por la velocidad que llevaba, Castro Vargas ni siquiera había podido ocupar su asiento, por lo que cuando se produjo la colisión ella salió disparada por el parabrisas y se destrozó la cabeza.
El cristal delantero de la guagua quedó destruido con el choque que fue tan fuerte que arrancó de cuajo el poste de concreto armado.

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