miércoles, 27 de octubre de 2010

UNO DE MIS SUEÑOS


Por Pedro Ramírez Brito:

Uno de mis sueños como dominicano es, además de tener un país con mejores valores morales, es también pensar en que podamos lograr amarnos unos a los otros, sin rencores, sin envidia, sin malicias, sin egoísmo. Mas bien tratar de ser uno para el otro y viceversa, como en aquellos tiempos, practicar el sagrado principio de la UNIDAD, siendo justo con los demás compañeros, no solo fijarnos en sus defectos, sino ser portavoz de sus virtudes, ya que sin lugar a dudas, cada ser humano posee mas virtudes, pero sin embargo, siempre nos detenemos en las pequeñas fallas o defectos, parece ser que solemos escoger, la herramienta de destrucción, para acabar, fulminar, avasallar y hasta en algunos casos incriminar a nuestros semejantes. La verdad es que todo esto es muy confuso y merece ser analizado a profundidad.

La UNIDAD no debe ser sólo un término o una frase que usamos en algún momento para nuestra conveniencia, no debe ser una simple palabra que vociferamos hacia afuera, sino un verdadero instrumento de acción que debemos utilizar y practicar, con la idea fecunda de eliminar, definitivamente, aquellos ejercicios separatistas que muchas veces están bañados de mediocridad, con el único propósito de lograr el divisionismo enfermizo, ya que muchos se han contagiado de la cultura individualista, provocando esto una enorme erupción y degradación en la sociedad mundial.

Es por ello que nos preocupa lo que está sucediendo de manera particular en nuestro país, república dominicana, la gente se ha vuelto insensible, metálico y avaricioso, avasallante, mediático, muchos hasta incluso solo le importa los beneficios económicos y no los intelectuales, ni morales, con el conocido refrán de que ~con cultura y educación no se va al mercado~, la vedad es que hemos caído muy bajo, los valores que aprendimos y que nos enseñaban, parece que cogieron vacaciones permanentes, entiendo incluso, que estamos llegando al sótano del infierno.

¡Ay señor! Cuanto daríamos ahora por volver a dormir con las puertas abiertas, cuanto anhelamos volver a que los padres hagan llevar los dos centavos a sus hijos al patio de la vecina cuando no sabían de donde provenían, cuanto daríamos por volver a soñar que nuestro futuro estaba en ser un buen profesional de cualquier carrera, ahora es todo lo contrario, el lujo, la apariencia, el presumir, las mansiones, las fincas, los autos lujosos, la DROGA, el LAVADO, las cosas fáciles, la CORRUPCIÓN, son en definitiva los factores que han cambiado la mentalidad y el modo de convivencia de los humanos en el mundo. A donde llegaremos en esta vida llena de inversión de valores, hoy vales y eres lo que aparentas, no a si lo que aprendes y enseñas con humildad y decoro.

Que mundo señor el que hoy vivimos en donde tu vida vale un celular o un par de pesos, ya nadie se preocupa por el niño desamparado, ni por los embejecientes, ni mucho menos por los seres humanos en la extrema pobreza, todo se ha vuelto olvido, impunidad, complicidad, borrón y cuenta nueva y nadie busca el consenso, sino es por conveniencia personal, hasta aquellos que llevan un uniforme, se han vuelto en su mayoría delincuentes, lo que ha provocado que una perdida de confianza casi en la totalidad de la población. Ya no se puede decir ni pensar que un ciudadano del campo es aquel o aquella persona sana, nadie se salva de esto, aparentemente todos somos lo mismo y estamos metidos en el mismo macuto.

¡Hasta donde señor!, ¡hasta cuando señor!, ¿es que acaso estamos viviendo de un nuevo Sodoma y Gomorra?.

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